La nueva Manifestación de Valor: el relevo crítico entre Agente Aduanal e Importador

8 de diciembre de 2025 por
La nueva Manifestación de Valor: el relevo crítico entre Agente Aduanal e Importador
Conexion Logistica

La Manifestación de Valor Electrónica (MVE) tomará carácter obligatorio el 9 de diciembre de 2025, y aunque muchos importadores la perciben como un requisito extra que complica la operación, en realidad es una pieza estratégica para blindar a la empresa frente a auditorías, rectificaciones y revisiones de valor. Quien la entienda a tiempo, tendrá una operación más sólida y un riesgo fiscal mucho menor.

¿Qué es realmente la MVE?

La MVE es un documento digital con validez legal que demuestra ante la autoridad que el valor declarado de una mercancía es auténtico. Es el fundamento de toda declaración aduanera: sin una MVE bien integrada, cualquier cálculo de impuestos o aranceles queda expuesto a observaciones, multas o detenciones de mercancía.

Piénsalo como los cimientos de una casa: si están mal hechos, todo lo demás tambalea.

El proceso: una carrera de relevos

Uno de los errores más comunes es imaginar que la MVE es responsabilidad exclusiva del Agente Aduanal (AA) o del importador. En la práctica, funciona como una carrera de relevos donde ambos deben coordinarse con precisión.

Primer relevo: el Agente Aduanal

El AA arranca el proceso elaborando el borrador digital (archivo M3 en Proforma), reuniendo la documentación que marca el Artículo 81: facturas comerciales, documentos de transporte, pruebas de origen y cualquier evidencia del movimiento logístico.

Segundo relevo: el importador

Aquí se decide la carrera. El importador debe aportar la información interna que solo la empresa conoce: contratos, comprobantes de pago, costos incrementables, regalías, empaques especiales y cualquier elemento que sustente el valor declarado. Además, debe cargar estos documentos a la plataforma, validar errores y completar la MVE hasta obtener el folio.

Meta: integración y liberación

El importador entrega la MVE completa. El Agente Aduanal revisa que coincida plenamente con el pedimento y, cuando todo es consistente, integra el folio para proceder al despacho.

La clave: comunicación y tecnología

La armonía entre importador y AA es lo que evita tropiezos. Cuando ambos trabajan sincronizados y apoyados en herramientas digitales —conexión con VUCEM, web services y sistemas internos bien ordenados— el riesgo operativo cae drásticamente.

Además, una MVE bien hecha reduce fricciones, evita retrasos y disminuye el riesgo de multas. Es un escudo administrativo que fortalece la operación.

Conclusión

La MVE no es un obstáculo: es una oportunidad. Las empresas que se preparen hoy tendrán operaciones limpias, procesos claros y una protección sólida frente a la autoridad. La diferencia estará en la disciplina interna y en la colaboración inteligente con su Agente Aduanal.


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