El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) sigue tomando forma como uno de los proyectos logísticos más relevantes para México y América Latina. Conectando los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, en el Golfo de México, y Salina Cruz, Oaxaca, en el Pacífico, este megaproyecto busca transformar la infraestructura y capacidad logística del país, compitiendo incluso con rutas tradicionales como el Canal de Panamá.
Uno de los avances recientes fue la llegada al puerto de Coatzacoalcos de ocho locomotoras y diez vagones de pasajeros, provenientes de Inglaterra, descargados el 16 de mayo. Estos equipos reforzarán el sistema ferroviario que conecta ambos litorales, y representan un paso importante hacia el inicio de operaciones logísticas regulares en el corredor.
Una alternativa estratégica al Canal de Panamá
Con los cuellos de botella cada vez más comunes en rutas tradicionales del comercio global —incluido el Canal de Panamá y las rutas marítimas europeas afectadas por conflictos—, México busca posicionarse como un eje logístico alternativo para el comercio entre Asia, América y Europa. El CIIT permitiría el tránsito de mercancías en solo unas horas por tierra, evitando congestiones portuarias y reduciendo costos logísticos.
Beneficios regionales y desarrollo económico
Además de su papel geoestratégico, el Corredor Interoceánico tiene un componente fundamental de desarrollo regional. Los estados del sur-sureste de México han estado históricamente rezagados en inversión y crecimiento económico. Con este corredor, se impulsará:
- La generación de empleo en zonas rurales.
- La atracción de inversión nacional y extranjera.
- La instalación de parques industriales y zonas económicas especiales.
- El fortalecimiento de cadenas de suministro más cortas y resilientes.
Próximos pasos y visión a largo plazo
El avance en infraestructura ferroviaria y portuaria, como el arribo de nuevo material rodante, indica que el CIIT se acerca a su fase operativa. A mediano plazo, se espera que la ruta no solo mueva mercancías, sino que detone la creación de un ecosistema logístico integral: aduanas modernizadas, servicios de valor agregado, centros de distribución y nodos intermodales.
México tiene en sus manos una oportunidad única de posicionarse como un punto de conexión vital para el comercio global. El CIIT no es solo un proyecto logístico: es una apuesta por redefinir el papel del país en la economía internacional.
Fuente: José Ríos, Diario del Istmo
Publicado en: Diario del Istmo